Son indicadores que reflejan el estado fisiológico de las
funciones vitales y sus órganos efectores (cerebro, corazón, pulmones,
metabolismo). Expresan de manera
inmediata los cambios funcionales que suceden en el organismo. Los signos varían
de individuo a individuo y en diferentes horas del día en un mismo individuo,
pero hay ciertos límites que generalmente se consideran normales.
Los cuatro signos vitales principales que los
médicos y los profesionales de salud examinan de forma rutinaria son los
siguientes:
- La temperatura del cuerpo.
- El pulso.
- La respiración (la frecuencia respiratoria)
- La presión sanguínea. (La presión de la sangre no se considera un signo vital, pero se suele medir junto con ellos.)
Los signos vitales se pueden medir en un establecimiento
médico, en casa, en el lugar en el que se produzca una emergencia médica o en
cualquier sitio.
¿Qué es la temperatura corporal?
La temperatura normal del cuerpo de una persona
varía dependiendo de su sexo, su actividad reciente, el consumo de alimentos y
líquidos, la hora del día y, en las mujeres, de la fase del ciclo menstrual en
la que se encuentren. La temperatura corporal normal, de acuerdo con la
Asociación Médica Americana (American Medical Association), puede oscilar entre
97,8° F (o Fahrenheit, equivalentes a 36,5°C, o Celsius) y 99°F (37,2°C).
La
temperatura corporal se puede tomar de las siguientes maneras:
- Oral
- Rectal
- Axilar
- En el oído
¿Qué es el pulso?
El ritmo del pulso es la medida de la frecuencia
cardiaca, es decir, del número de veces que el corazón late por minuto. Cuando
el corazón impulsa la sangre a través de las arterias, las arterias se expanden
y se contraen con el flujo de la sangre. Al tomar el pulso no sólo se mide la
frecuencia cardiaca, sino que también puede indicar:
- El ritmo del corazón.
- La fuerza de los latidos
El pulso normal de los adultos sanos oscila entre
60 y 100 latidos por minuto. El pulso puede fluctuar y aumentar con el
ejercicio, las enfermedades, las lesiones y las emociones. Las niñas de 12 años
de edad y las mujeres en general, suelen tener el pulso más rápido que los
hombres. Los deportistas, como los corredores, que hacen mucho ejercicio
cardiovascular, pueden tener ritmos cardiacos de hasta 40 latidos por minuto
sin tener ningún problema.
¿Qué es
la frecuencia respiratoria?
La frecuencia respiratoria es el número de veces
que una persona respira por minuto. Se suele medir cuando la persona está en
reposo, y consiste simplemente en contar el número de respiraciones durante un
minuto contando las veces que se eleva su pecho. La frecuencia respiratoria
puede aumentar con la fiebre, las enfermedades y otras condiciones médicas.
Cuando se miden las respiraciones también es importante tener en cuenta si la
persona tiene dificultad para respirar.
La frecuencia respiratoria normal de un adulto que
esté en reposo oscila entre 15 y 20 respiraciones por minuto. Cuando la
frecuencia es mayor de 25 respiraciones por minuto o menor de 12 (en reposo) se
podría considerar anormal.
¿Qué es
la presión de la sangre?
La presión de la sangre, que la enfermera u otro
profesional para el cuidado de la salud mide con un manguito de presión
sanguínea y un estetoscopio, es la fuerza que ejerce la sangre contra las
paredes de las arterias. Cada vez que el corazón late, bombea sangre hacia las
arterias, por lo que la presión de la sangre es más alta cuando el corazón se
contrae. Una persona no se puede tomar la presión de la sangre a sí misma a no
ser que tenga un aparato electrónico para medirla. Los monitores electrónicos
de la presión de la sangre también pueden medir el ritmo cardiaco o pulso.
Al medir la presión de la sangre se registran dos
cifras. La cifra más alta, o presión sistólica, se refiere a la presión en el
interior de la arteria cuando el corazón se contrae y bombea la sangre al
cuerpo. La cifra más baja, o presión diastólica, se refiere a la presión en el
interior de la arteria cuando el corazón está en reposo y se está llenando de
sangre. Tanto la presión sistólica como la diastólica se miden en
"mmHg" (milímetros de mercurio). Esta medida representa la altura que
alcanza la columna de mercurio debido a la presión de la sangre.
Antes de
medirse la presión de la sangre:
- Descanse durante tres o cinco minutos sin hablar antes de medirla.
- Siéntese en una silla cómoda, con la espalda apoyada y sin cruzar las piernas ni los tobillos.
- Sin moverse, coloque su brazo sobre una mesa o una superficie dura y por encima del nivel de su corazón.
- Enrolle el manguito en la parte superior de su brazo de manera que quede ajustado pero sin apretar. El manguito debe tener el tamaño necesario para ajustarse suavemente pero dejando suficiente espacio como para que se pueda meter un dedo por debajo.
- Asegúrese de que el borde inferior del manguito está al menos una pulgada por encima del doblés del codo.